El sector de la construcción, y dentro de éste, el sector geotécnico, está bien posicionado para beneficiarse del crecimiento de la población, de los proyectos de resiliencia climática y de la expansión de las ciudades y la infraestructura. Sin embargo, se verá condicionado por nuevos límites en la emisión de carbono, el uso de recursos y la producción de desechos; y se espera que cree empleos locales y valor social.

Las empresas inteligentes no esperarán a que la reglamentación las presione. Se adelantarán a los acontecimientos y diseñarán soluciones que satisfagan las necesidades del cliente, a menor coste, con menores emisiones de carbono, y que minimicen cualquier impacto negativo (o tengan un impacto neto positivo) en el medioambiente.